SOY CULPABLE

Aceptar nuestras culpas es el arranque épico hacia una libertad brutal, como dice Juan 8:32: “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. Dejar el orgullo atrás y ser real con nosotros mismos nos conecta con la gracia transformadora de Cristo, que rompe toda atadura y nos lanza a vivir con pasión, libres y a todo volumen en su amor.

“Vivía atrapado en una prisión que yo mismo construí, cegado por la falsa felicidad del mundo. Pero todo cambió cuando tuve el valor de reconocerme culpable. Al aceptar mi realidad, descubrí la libertad que Jesús ofrece en Juan 8:32 y el amor inmenso de Juan 3:16. ¡Dejé que Cristo me liberara, y ahora vivo en su gracia!”

Testimonios poderosos!

“Por años, viví atrapada en una jaula de victimismo, culpando al mundo por mi dolor, cargada de rencores y con una autoestima por los suelos. Cada situación la veía como una nueva derrota, sin darme cuenta de que yo misma reforzaba mi prisión con pensamientos negativos. Pero un día, tocada por Juan 8:32, tuve el valor de mirarme con honestidad y aceptar mi culpabilidad: mi actitud me estaba destruyendo. Al reconocerlo, abrí mi corazón al perdón de Cristo, y su amor, como promete Juan 3:16, me liberó. Hoy, en lugar de rencor, hay paz; en lugar de victimismo, hay fuerza. ¡Reconocerme culpable me dio alas para vivir libre en Jesucristo!”

Aceptate culpable, tu testimonio puede ayudar a miles a ser liberardos!